Avanzando por la carretera nos adentramos en este espectacular barranco en busca del pueblo de Guayadeque.
Alcanzada la localización, vemos que Guayadeque es un pueblo perfectamente integrado en su entorno natural.
Descubrimos un pueblo formado por casas cuevas que proporcionan una temperatura interior tremendamente estable, una suerte de "agujeros-hobbit" de estilo propio y único.
Desde las calles de este curioso pueblo podemos asomarnos al barranco con la seguridad de estar a salvo de cualquier inclemencia meteorológica.
Una vez visitado el pueblo ya sólo nos queda acercarnos a la parte alta del barranco y disfrutar de la panorámica general del mismo y de la tranquilidad y quietud del lugar, muy cerca pero a la vez, lejos de la ajetreada vida diaria.